domingo, 1 de marzo de 2020

Mi Amado Hachy Francisco

Amor mío, te amo…

Comienzo la carta así porque siempre te gritaba a cuatro vientos ese amor, todos se reían de mí,
Mi Hachy, mi Principe, mi Negro hermoso, mi perrito, mi bebe. ¿Cómo puede enamorarse uno de tal forma de un animalito?

Tú llegaste a mi vida en el 2013, en ese año trágico y de tanto dolor. Puede ser por eso que me duele tanto que te fueras, pues siempre fuiste feliz y por eso fuimos la combinación perfecta, le diste el color y la alegría a mis días que tanto necesitaba. Cuando llegaste a mi vida quería crear una conexión única contigo, por eso te mimaba tanto, por eso te quiero tanto. Sin embargo, tu personalidad fuerte y de líder solo me dejo que te enseñara a dar la mano derecha, la izquierda, sentarte y acostarte, solo lo hacías por tus premios y ya no hacías más caso. Cuando fuiste pequeño, salí a correr varias veces contigo, pero crecías y crecías y no te pude volver a sacar porque no aprendiste a caminar con collar, siempre corrías y hacías demasiada fuerza, además peleabas con todos los perros que te encontrabas y se te hacia esa cresta hermosa que tenías, con los años aprendí que así eras tú y que no ibas a cambiar y te aprendí a amar tanto.

Amaba cuando me saltabas encima, cuando corrías y me empujabas, ame que nunca me vieras como una mujer débil, pues me tratabas con fuerza, ame tener que abrazarte y enredarte  u atraparte en mi amor y que salieras corriendo para que ya no te molestara más, porque lo que quería eras jugar, siempre jugar, como ya no te sacaba a correr, intentaba todos los días jugar a la pelota contigo y en este momento de la historia aparece Canela, tu hijita. Andrea y yo nos pusimos muy bravos con mi papá porque decíamos que eras un niño para que te llevaran donde una perrita, pero a la final te llevaron y de ese encuentro quedo Canela, tu amiga, hija y hermana inseparable, jugábamos casi diariamente y moría de la risa, me hacían tan feliz.  Tenías un olfato maravilloso, yo me escondía y tú siempre me hacías trampa y venias a buscarme muy rápido, me encontrabas muy fácil, saltabas encima de mí y me pegabas un lengüetazo, te ponías muy impaciente cuando no te tiraba la pelota y me saltabas encima, tú pesabas mucho amor, y cada mano tuya dolía  y asustaba, pero era un juego en que no paraba de reírme, y siempre subía diciendo Hachy y Canela son muy chistosos me hacen reír mucho.  

Había días en lo que tenía que trabajar mucho o salía y llegaba tarde, entonces ya sabia que cuando llegaba mi primer saludo era para ellos, primero Canela y luego Hachy me arrodillaba a darte besos, abrazarte y desearte una linda noche, y esos momentos eran de las pocas veces en que estabas quieto y disfrutabas mis mimos, de vez en cuando te traía una que otra cosita para comer y la recibías feliz, y  luego de cada día de rutina al acostarme le daba gracias a Dios por esta vida tan bonita mía y cada noche le agradecía por ustedes por mis perritos, ustedes son parte tan importante de mi felicidad.

Encontraste una forma de salir a pasear y por la que nos estresamos mucho, volandote, te diste varios paseos corriendo como loco y haciéndonos correr a nosotros detrás de ti, hay tantas anécdotas contigo, en una de tus tantas voladas, no estaba ninguno acá, solo la abuelita y te le escapaste a ella, mientras ella compraba envueltos, entonces el señor de los envueltos salio gritando con el megafono Hachy por toda la calle, todos en la calle te conocian, brillabas por tu forma de ser amor mio. 


Sabias Hachy que a mí no me gusta viajar, todos lo saben y no me gusta viajar precisamente porque los viajes me alejan de las cosas que amo, sobre todo de ustedes, mi familia, todos los que vivimos en esta casa son tan importantes para mí. Y cada vez que viajo me llevo el profundo dolor de no verlos por unos días. Mi amor, después de este último viaje, donde precisamente te comenzaste a enfermar, reafirmo mi teoría de que poder disfrutar de cada uno de ustedes con los que me encuentro cotidianamente es un don maravilloso de Dios, te enfermaste mientras tu mamá Karina no estaba, un día antes de venir me dijeron que tú estabas indispuesto, me entristecí mucho y quería llegar muy pronto, ese día que llegue tú me pasaste la pelota y yo te regañe con amor, te dije que no podías jugar porque no estabas comiendo y no tendrías energías. Desde el día que llegue tu situación empeoro, esa misma semana falleció una tía  y tu amor estabas enfermo no sabes lo que he llorado, lo que mi alma ha sentido desde que te enfermaste, tengo el corazón sin alivio, anoche que estabas tan mal le pedí a Dios que te llevara, que ya no quería verte sufrir más, tu no lloraste amor, no lloraste, pero los que te conocemos supimos cuánto sufriste, te llevamos a la veterinaria y tú te pusiste feliz, no entiendo de donde sacabas ánimos para mover tu colita, esa colita de la que tanto nos quejábamos porque era capaz de dejar morados en cualquiera cuando estaba muy feliz, ya no la movías con fuerza pero la movías y nos hacías tener ilusiones de que te ibas a recuperar. Además, de que pasaste por una cirugía muy compleja, tu eres muy fuerte Hachy ¿cómo hacías para ser tan fuerte? ¿Como hago para ser fuerte como tú? ¿Cómo hago para ser valiente como tú?

No nos sentíamos con la capacidad de cuidarte amor mío y decidimos que dejarte hospitalizados era lo mejor para ti, esta mañana cuando pasamos a visitarte tu pensabas que te llevaríamos y no lo hicimos, creo que lastimamos ese corazón tuyo, porque te pusiste muy bravo y te entraste y no dejaste que nos despidiéramos amor. Teníamos que conseguirte otros medicamentos y después de comprarlos, me llego el mensaje de que habías muerto,  desde ese momento no he podido pensar con claridad, he llorado mucho y te he extrañado mucho, te dije que te amaba muchas veces, te dije que eras el mejor perro muchas veces, te grite que te amaba todos los días, pero no logro encontrar consuelo, Canela esta igual de inquieta, quisiéramos verte por acá con tu felicidad extrema, quisiera que estuvieras acá poder abrazarte, mimarte y volver a decir que te amo, pero ya no estas. Sinceramente no sé cómo haré para sentir la misma felicidad que hace dos semanas tenia, como tú sabes yo amo muchísimo a Dios y él siempre me ha cuidado y recuperado, sé que no me dejara sola y sé que vendrá en mi auxilio de nuevo.

Dejaste un vacío muy grande, un perro como tú no se puede olvidar, no se puede superar.  Gracias por tanta felicidad Hachy, gracias por tanta fuerza Hachy, gracias por tanta valentía amor mio.

Te ama eternamente, tú mamá Karina





No hay comentarios:

Publicar un comentario